Twitter: renacer en plena pandemia

Debo confesar que yo he sido el primer sorprendido con los cambios de hábitos y comportamientos online durante este confinamiento. Y no me refiero únicamente al aumento del uso generalizado de internet derivado del aislamiento que ha provocado un considerable aumento de casi todo lo tocante a este asunto virtual: compras, visitas a las web o tasas de aperturas de correo electrónico. Las redes sociales, en concreto, están viviendo un renacimiento digno de analizar, con unos contenidos mejorados y unas conductas acordes a la situación. Posiblemente una parte de la culpa de esta mejora esté en el lado propio, en la capacidad de selección original que tiene cada usuario, pudiendo liberarse de esa marabunta provocadora y mamporrera que nunca aporta y siempre mete mierda. Hace tiempo que la estabilización del social media, dedicando sólo unos minutos diarios a cribar, ha revalorizado lo que nos ofrece a cambio de lo que le damos, lo cual en estos momentos cobra un protagonismo especial.

Twitter vuelve a estar en auge, viviendo una especie de renacimiento que a mí personalmente, y como tuitero hace casi una década, me reconcilia con esta plataforma de microblogging que tantas alegrías me ha dado a nivel personal y sobre todo profesional. Percibo una mayor calidad del contenido que recibimos (lo dicho anteriormente de unfollow/bloquear/silenciar ayuda bastante, por supuesto) donde parece que por fin se ha entendido que la forma de estar en la red del pajarito azul es diferente a las demás: no hace falta tuitear mucho sino hacerlo con calidad, escuchando a los usuarios e interactuando. No hay más secreto. Bueno sí, pasar por caja de vez en cuando, como en todas las redes sociales.

Este apogeo, espero que no transitorio sino permanente siguiendo una estela segura, tiene muchos ejemplos cercanos que me gustaría considerar, aunque la limitación de espacio de esta columna me lleve por ahora, a meramente listar: hilos de altísima calidad, formaciones punteras, curiosos conciertos en directo, acciones de apoyo social a gente que lo está pasando mal, concursos de bandas de música y bares modo encuesta que nos han alegrado la cuarentena, entrevistas originales, torneos virtuales, charlas agradables, contenidos más personales que nunca e incluso la ampliación de capital de un equipo de fútbol que nunca habría soñado conseguir si no fuera por redes como de la que hablamos. Grande Twitter.

Empresarialmente parece que los datos económicos también demuestran un repunte en los ingresos publicitarios y número de usuarios, lo cual ha desembocado en una revalorización continua de las acciones de la compañía en la Bolsa de Nueva York desde el inicio de la pandemia. Quizá sea un buen momento para invertir.

Ay, si tuviéramos unos millones, ¿eh?

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
13 de mayo de 2020

Es cualquier día y estamos trabajando

No es difícil liarla en Twitter. Es hasta fácil, me atrevería a decir. Los motivos, variadísimos, abarcan el precioso abanico que genera la incomprensión, la falta de empatía, el frontal desafío a la opinión contraria o, mi preferido, la superficialidad y falta de ganas para entender mínimamente al prójimo.

Ángulos todos ellos tintados habitualmente con rémoras políticas, culturales o, simplemente, ganas de gresca por el que escribe, el que lee y, quizá en más de un momento, por ambos, lo cual provoca malos entendidos solventables casi siempre con un mínimo de arrimación de hombro, pero cuánto cuesta, leche, ni que no fuera gratis.

Ejemplos hay todos los días, aunque pocas liadas últimamente como la de nuestra flamante Ministra de Exteriores en la jornada de convivencia, asunto que daría para otra columna, disfrutada por los veintitrés el pasado fin de semana en Quintos de Mora cuando, junto a un foto del numeroso e informal grupo, Arancha González, aplaudida por unos y otros antes de tomar posesión de su cartera, escribió literalmente: “Es sábado y estamos trabajando”.

Boom.

Lo leí casi en directo, madre mía la que se va a montar, pensé. La liada del sábado. Me equivoqué nada, ya puedes imaginarte, consiguiendo más comentarios que “me gusta” o compartidos, y mira que esto es raruno, la inmensa mayoría a la yugular. Que si soy cajero de supermercado, camarero, que si currante de hotel o estoy de guardia, que si los políticos deberían trabajar 24/7 incluso domingos y fiestas de guardar, que si qué vergüenza, que si qué…

En principio, y dejándose llevar uno por la marabunta, la boca se te puede llenar de improperios pero una vez pasado el calentón me vino a la cabeza otro pensamiento muy diferente: ENVIDIA. Con mayúsculas. De la mala. Envidia feroz de que esta mujer piense que trabajar un sábado es algo inaudito y presuma de ello. Lo digo en serio. Totalmente en serio. Envidia cochina.

Imagino que es debido a su pasado laboral como funcionaria que sintiera eso al tuitear la ya mítica frase, estoy seguro de que no lo hizo con más intención que presumir sanamente, a la par de intentar demostrar cuánto le cuesta a alguien remangarse un fin de semana para algo que nos sea hacer deporte o bricolaje.

Pero el tiro le salió por culata, quizá porque como muchos políticos nacionales, parecen vivir en los mundos de Yupi, alejados de cualquier atisbo de realidad laboral o profesional. O no, y el que estoy equivocado soy yo, con mi envidia, escribiendo esto en un domingo que estoy pasando entero montado en un avión destino a un alejado país en el que pasarme una semana currando doce horas al día, para seguir manteniendo una empresa a flote.

Repito que lo digo en serio, si trabajar tanto no fuera tan habitual quizá todos seríamos más felices.

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
12 de febrero de 2020

Air Canada, tenemos un problema

El lunes fue el día perfecto para vivir intensamente Twitter, un medio rápido y efectivo para informarte en tiempo real (solo de cuentas oficiales y medios de comunicación decentes, por favor) cuando sucede algo de la envergadura del ya famoso vuelo de Air Canada.

Antecedentes rápidos: un avión Boeing 767 destino Toronto revienta una rueda del tren de aterrizaje al despegar de Madrid, afectando también a un motor. Decide volver pero antes, por protocolo de seguridad, debe gastar el combustible al no disponer del mecanismo para soltarlo, por lo que comienza a dar vueltas a baja altura por los alrededores de la capital, provocando la sorpresa inicial de varios tuiteros, subiendo vídeos de la aeronave encima de sus cabezas. A primera hora de la tarde Enaire (el gestor de navegación aérea en España) y Sepla (Sindicato de Pilotos de Líneas Aéreas) comunican la situación con sendos tuits y comienza una tarde de tensión en la que todos tenemos un ojo en las cámaras en tiempo real desplazadas a Barajas y otro en las redes sociales donde la información va fluyendo con cuentagotas. Un aeropuerto que esa misma mañana había tenido ya lío con unos drones dando por saco por donde no debían. Hasta en situaciones como esta la gente tiene un lado de humor negro que, unido a los mensajes tranquilizadores del comandante (que también se filtran en Twitter), consiguen sacar alguna sonrisa dentro del nerviosismo generalizado, en forma de memes que ya circulan como pólvora entre manos de retuiteo fácil.

Comienzan a correr los primeros vídeos de los pasajeros grabados desde dentro. Carlos Castañeda, uno de ellos, comparte con envidiable sangre fría el interior de la cabina diciendo literalmente: «Estamos todos tranquilos en el vuelo de #aircanada, que nadie se preocupe. Dicen que sólo hemos perdido una rueda». Posteriormente muestra cómo un F18 del Ejército del Aire se les acerca para evaluar los daños desde muy cerca, sin duda el vídeo más flipante de la tarde, añadiendo irónicamente el hashtag #meenseñastusbajosyoteenseñolosmios ¡Hay que tenerlos cuadrados, Carlos!

La tarde va pasando lentamente y gracias a las aplicaciones que monitorizan los vuelos comerciales (llamadme friki, pero me encanta montarme mis películas cuando veo un avión en medio del campo y puedo saber de dónde despegó y hacia dónde se dirige) podemos ver cómo el AC837 continúa dando vueltas en círculos durante cuatro horas, lo cual tranquilizaba bastante, hasta el deseado aterrizaje final sin complicaciones.

Lo bueno de Twitter fue vivir en tiempo real esto que estoy contando detalladamente a toro pasado. Estas cosas me magnetizan, no puedo evitarlo, más aún con el feliz desenlace. Para muestra las declaraciones cuando todo acabó de alguien de la Guardia Civil: «El dispositivo ha funcionado tan bien que ha parecido un simulacro». Pues menos mal y muchas gracias.

Qué gusto saber que estamos en buenas manos.

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
5 de febrero de 2020

Pues hace un buen día hoy, ¿verdad?

Posiblemente la del título sea una de las frases más usadas (a la par que estúpida) en nuestras vidas. Incómodos momentos de ascensor, embarazosas situaciones en las que romper el hielo o difíciles formas de comenzar a escribir cuando no tienes ideas a mano. Viendo que me encontraba en la tercera de las situaciones decidí tirar de Twitter pidiendo ayuda sobre temáticas a tratar en la próxima columna, o sea, esta misma que estás leyendo. Las respuestas, gracias a todos, fueron muchas y variadas y he decidido usarlas como fotografía coral de las inquietudes actuales de una parte de la sociedad. Al fin y al cabo, así es como funciona el CIS, ¿no?

El terror al folio en blanco fue una de las primeras contestaciones, cómo se afronta y qué sudores provoca ese momento crítico en que el plazo de entrega se acerca y aún no tienes preparado ni el tema a tratar. Últimamente estoy releyendo clásicos, soy poco de novelas, y debo reconocer que son un buen punto de apoyo para tanto generar ideas como para afinar estilos. ¿Y el repunte de las drogas y el tabaco entre los jóvenes? Pues o yo estoy muy fuera de lugar o creo que en mi juventud había muchas más oportunidades de caer en ese mundo. ¿Y la frontera entre opinión y conocimiento? Menudo papelón, tú. Yo mismo aquí escribo quizá de cosas que no debería por falta de criterio, y eso que me corto, imagina lo que puede pasar en las redes sociales. O peor, en los procesos de participación ciudadana o los jurados populares. Miedito.

La impunidad con que actúan las casas de apuestas en nuestro país fue una respuesta recurrente, da que pensar que tres tuiteros de tres mundos diferentes sacaran el tema. Interesante. También lo fue el deporte amateur, el esfuerzo que afrontan los chavales ilusionados por un objetivo que muchas veces es inalcanzable, costeado por sus propios riñones económicos o esos padres que sacrifican sus fines de semana acompañando a sus hijos hacia sus sueños. ¿Y Franco Battiato? ¡Qué pregunta! Bien dentro lo llevo siempre.

Omnipresencia de los carriles bici, patinetes eléctricos, naturaleza, iniciativas relacionadas con los pedales y, cómo no, algunos detractores (qué pereza). Hubo además otros temas sacados a la luz de diversos y concretos ámbitos: hospitales y su humanidad, aplicaciones móviles para aprovechar la comida que se desecha en restaurantes y tiendas, el efecto de la película “Campeones” y el miedo a que pase de moda y vuelva a dejar en la oscuridad este complejo mundo. Como guinda una aportación realmente interesante: Murcia es la penúltima comunidad autónoma en salario medio, pero una de las punteras en economía sumergida. ¡Ta-chán!

Como veis, Twitter aún puede darnos grandes e interesantes debates tocando las teclas correctas. Dedicado a todos los que lo daban por muerto.

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
27 de marzo de 2019

Suicidios cotidianos.

Talinda Bennington, la mujer del cantante de Linkin Park que se suicidó hace un mes, puso una foto en Twitter en la que se ve una familia feliz, riendo, confiados y mirando al infinito. Salen ambos con sus hijos. Ni rastro de pena. Ni rastro de locura. Ni rastro de duda. “Esta foto es de unos días antes de que mi marido se suicidara. Los pensamientos suicidas están ahí, pero nunca se sabe.” añadió. Una persona que aparentemente lo tenía todo: familia, dinero, fama. Si ellos caen al pozo, qué no podrá suceder al resto de “mortales”.

Me he puesto a investigar un poco para esta columna y no salgo de mi asombro. Estoy en shock. Os cuento. El suicidio es la principal causa de muerte no natural en nuestro país. Y a gran distancia de la siguiente. El 10 de septiembre se ha establecido como el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, una lacra que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) duplica al número de fallecidos por accidente de tráfico. La mayoría entre 35 y 60 años. En España se producen más de 10 suicidios al día, un dato que sigue subiendo de manera casi continua desde los años 80. Lo hacen mucho más los hombres que las mujeres. Y en el mundo es la primera causa de mortalidad en mujeres de entre 15 y 19 años.

El presidente del Teléfono de la Esperanza en Aragón, enumera los factores de riesgo siguientes: enfermedades mentales como adicciones o depresión, profundas crisis existenciales, personas con historial previo de intentos, afectados por la soledad e incomunicación y enfermos crónicos. Unas investigadoras de la Universidad de Cantabria publicaron un estudio en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental que, entre otras muchas cosas, destapa la dificultad en la medición quizá debido a la explosiva mezcla de vergüenza, tabú, o dolores y dramas familiares. También encontramos curiosidades como que las provincias con temperaturas más altas o con menor PIB tendrán una mayor probabilidad de encontrar suicidios. Desde la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio añaden que se calcula que en menos del 20% de los casos hay una nota de despedida, cuestión que dificulta aún más establecer correctamente los motivos o causas.

Ahora toca salir a la calle y abrir los ojos. Estoy seguro de que somos capaces de evitar seguir engordando estas cifras. Qué duro sería echarse posteriormente las manos a la cabeza por no haber movido un dedo alegando un “nadie se lo esperaba”.

Permitir que algo o alguien te amargue la vida es el primer paso, siempre hay algo más importante que una discusión laboral, un problema económico, una disputa familiar. Es un topicazo pero el único problema que no tiene solución es la muerte. Que lamentablemente a su vez se convierte en solución para los problemas de más gente de la que debería.

 

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
www.nachotomas.com
Artículo publicado en La Verdad de Murcia el 13 de Septiembre de 2017

Lo que nos traerá la comunicación online en 2017.

Pocas dudas quedan. La comunicación online ha sido la gran triunfadora de los doce meses que hemos dejado atrás. Actualmente nos encontramos en un escenario que hace tan solo unos años no podría ni tan siquiera imaginarse. Un mundo de posibilidades a mano y al alcance de un click para empresas, para usuarios y para medios de comunicación, el trío que actualmente manda en el panorama mundial. Personalmente creo que todo lo que se hace es comunicación. Y como parte del todo nos encontramos al resto de variantes: información, publicidad, marketing, branding o incluso atención al cliente.

Las tiendas cuidan su Facebook más que el escaparate, las marcas lanzan sus vídeos en YouTube antes que en las televisiones públicas y las empresas contactan con sus potenciales clientes por email en lugar de ampliar su red de comerciales. Estamos viviendo el cambio. Somos parte del mismo, porque cada vez que lees una columna como esta, un post de Facebook, un tweet de Twitter o un artículo de un blog aumentas la bola de nieve. Y bienvenido sea.

En un mundo globalizado las redes sociales están ejerciendo como vínculo de unión entre consumidores y productores, entre usuarios y empresas, entre marcas y fans, convirtiéndose en parte esencial y factor clave de la estrategia. Sea cual sea ésta hay una opción online a nuestra disposición para ejecutarla. Vamos con una pequeña radiografía de lo que tenemos por delante.

España ha experimentado un crecimiento sin parangón anterior en el uso de las redes sociales. Facebook es el rey, la reina o los dos juntos, aumenta en beneficios a lo bestia y su Messenger iguala a Whatsapp en usuarios, la aplicación del globito verde, que por cierto también es de Zuckerberg, y que continúa queriendo ser imprescindible en nuestras vidas. Y vaya si lo consigue. A los nuevos estados que lanzará en breve se une la idea de que su uso puede incluso ayudar en el trabajo. Me encantaría escuchar lo que estáis pensando al leer esto.

Por su parte Instagram sube como la espuma y gran parte de culpa la tienen sus “historias”, en directa competencia a Snapchat (que en nuestro país, y por mucho que digan, no acaba de despegar). Por si fuera poco Instagram, que también es propiedad de Facebook, incorpora vídeos en directo para hacérselo más difícil a Periscope, propiedad de Twitter. Esta última, la app del pajarito azul, sigue siendo una de las redes sociales más usadas, más leídas y con más repercusión en nuestras vidas sociales pero su modelo de negocio hace aguas y ya se dice que Google, Microsoft o incluso Disney pueden estar interesados en su compra. Mención especial merecen los blogs y su capacidad influyente, el boca a boca salta fronteras online/offline con ellos.

Internet ha dejado de ser territorio exclusivo de frikis y jóvenes imberbes. Hay un inmenso océano frente a nuestras narices. Recomiendo abrir bien los ojos. Recomiendo no perdérselo.

 

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
www.nachotomas.com
Artículo publicado en La Verdad de Murcia el 10 de Enero de 2017

Fecha original de publicación:11 enero, 2017 @ 06:58

Última moda en Redes Sociales para gurús de tres al cuarto.

Hubo un tiempo en que las multimenciones en Twitter impedían discutir con fluidez. Se comían el espacio y, de los 140 caracteres, sólo quedaba un resquicio para aportar poco más que un “de acuerdo” o “no opino igual”. La mayoría de veces te veías en una de esas de repente, a modo de metralleta lanza SPAM, sin posibilidad de salirte de la conversación.

X redes sociales X twitter X facebook X gurus X humo X estafadores X socialmedia X marketing online

Actualmente la última moda tuitera de los gurús de pacotilla es etiquetar al personal en fotos, carteles de eventos, fotos de paisajes y hojas de flores con gotas de rocío. Por no hablar de las frases de motivación y autoayuda que no se cree nadie, y menos el que lo publica. Pero nada comparable a la nueva técnica que está causando furor: tuitear fotos sin fuste sacadas de Google etiquetando al máximo permitido de 10 cuentas. Abordando cualquier tema: comidas, frases cursis, cafés…

Y yo me pregunto: ¿Para qué? El objetivo parece claro, escalar puestos en el ranking de Klout, ese índice de influencia en Redes Sociales que no funciona bien pero es el menos malo de los que existen. Obsesión total con el dichoso marcador. El lado oscuro del asunto es que la influencia que creen haber obtenido estos sujetos es fácilmente desmontable abriendo un poco los ojos, observando que siempre son las mismas personas las que interactúan con ellas. Su círculo. Esa caterva etiquetada que retuitea con fe.

Son expertos en meterse en conversaciones ajenas, parasitar #hashtags con cierto éxito, lanzar encuestas chorra de asuntos banales… Joyitas, vamos, que llenan de basura nuestros timelines.

En Facebook pasaba, y aún sucede, tres cuartos de lo mismo, pero al menos cuando te etiquetan puedes permitir o no que se publique en tu muro e incluso eliminar la etiqueta, librándote del aluvión de notificaciones.

Estos gurús de quita y pon no se cortan y, con las cuentas corporativas, publican contenido propio en otras fanpages directamente, e incluso alguno usa a sus clientes para beneficio propio. Sin olvidarnos de aquellos que lanzan alabanzas en tropel a ciertas marcas y productos, siendo compartidas por sus trabajadores y colaboradores. Pero claro, cuando aquellos dejan de ser clientes, arremeten enfurecidos criticándoles y airenado sus vergüenzas. Seguidos, por supuesto, de sus acólitos. En cierto modo son trolls, todos ellos. Autómatas.

Pero lo anterior es superado con creces por las dos acciones que más vergüenza ajena me producen, relacionadas con la total carencia de relevancia, de contenido de calidad y de un mínimo de profesionalidad. Esas empresas que lanzan, todas a la vez los tuits más recurrentes del mercado, sin analizar a la competencia ni importarles convertirse en gotas del océano: “Hoy es 29 de Julio, felicidades a todas las Martas.” o la guinda: “Por fin es viernes.”

Coherencia, señores. Que andamos faltos.

 

 

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