Ayer estuve en el Circo.
Por un rato volví a ser niño. Momentos sin respiración, miedo, risas, grandes emociones. La gente tenía ganas de disfrutar, desde aquí un fuerte aplauso al chico del público que salió obligado y se comportó como si llevara toda la vida en un escenario. ¡Crack!
No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar y el espectáculo de «Eoloh!» ciertamente sorprende. Al principio me pilló con el pie cambiado, dando la impresión de ser totalmente para niños. Una lástima no haberlos traído, la verdad. Pero poco a poco se van intercalando actuaciones impresionantes con momentos más flojos, o más dirigidos a niños, los que había lo disfrutaron mucho. Por otra parte quizá sea hasta necesario que así sea, puesto que, por lo menos yo, soy incapaz de aguantar el ritmo de tensión durante la hora y media que dura el evento. Hay momentos en los que me quedé sin habla, parado, mirando a otro lado, temiendo por la vida de los artistas. Como alguien me dijo al salir: «Eso es que has vivido la magia del circo». Sin duda, así fue.
Excelente sabor de boca el que «Eoloh!» me dejó. Un espectáculo diferente, mezcla del circo de los payasos de toda la vida y de las nuevas tendencias estilo «Circo del Sol». Especial mención a los tres saltimbanquis con que da comienzo la función. Tres máquinas que comparten cama elástica, entrando y saliendo por puertas entre otras cientos de acrobacias. Sin menospreciar a las cuatro chicas contorsionistas, el saltador en una barra minúscula, los cuatro equilibristas y todo el equipo, la verdad.
Como único punto negativo, el hecho de que no haya un hilo conductor consistente, un argumento que seguir. Cosa que no repercute en la calidad final del producto, pero sí despista un poco, dado que lo presentan como un vuelo en «Aerolíneas Eoloh» y no tienes esa sensación. Al menos en mi opinión.
Resumiendo: se trata de una representación para toda la familia, no dudéis en escaparos si tenéis oportunidad. Están en Murcia hasta el sábado 23 de Febrero.
Gracias especiales para Leticia y Alfonso, de Actividades Culturales Riga, que me hicieron este regalo de aniversario. Cinco años de casados que culminamos con una cena romántica.
Como dicen los grandes: «The show must go on.»
En todos los sentidos..