El rey del mundo

No creo que exista nadie en el mundo que no conozca a Mohamed Ali (el boxeador estadounidense nacido Cassius Clay) y tampoco creo que mucha gente conozca su tremenda historia (más allá del deporte del cuadrilátero) y cómo puso patas arriba tantas cosas a tantos niveles.

Jonathan Eig en su libro “Vida de Alí” de la editorial Capitán Swing ha necesitado 700 páginas, que he devorado, para ordenar la inmensa cantidad de material originado gracias a cientos de entrevistas, metraje audiovisual o registros del FBI, y poder escribir esta amplia biografía de una de las figuras más icónicas y controvertidas del deporte mundial de todos los tiempos. Y más que eso, personalmente no tenía ni idea de la implicación e influencia de Ali en tantísimas facetas de la sociedad americana de los 60 y 70 del siglo pasado y que tantos años después sigue teniendo.

El libro está magistralmente compuesto, repleto de anécdotas, frases y citas, construyendo página a página la imagen de un chaval de Kentucky que removió los cimientos de toda una generación a través de una personalidad cuanto menos, diferente, pasándose por el forro todas y cada una de las convenciones que no le encajaban. Pugilísticamente ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos y fue varias veces campeón mundial de los pesos pesados, despojado del título entre medias por declararse insumiso a la guerra de Vietnam (una de las primeras personas famosas, sino la primera, en hacerlo) con las consecuencias que aquello le supuso.

Siempre en contra del racismo y poniendo su religión por encima de (casi) todo, perteneció a la Nación del Islam (organización religiosa y política para fomentar la conciencia espiritual, social y económica de los afroamericanos) mantuvo diferentes relaciones con Malcom X y Martin Luther King, nada menos, jugando muchas veces en el filo de la navaja, nunca se podía saber hasta qué punto su implicación en algunos asuntos era real o una simple fachada. Su charlatanería pugnaba con sus valores y no era raro que tuviera tantos animadores como detractores, acusado de traidor y antipatriota, maltrataba y despreciaba a diestro y siniestro.

Sus constantes problemas familiares, mujeriego empedernido, su dejadez física entre combates en los que podía coger y perder un buen montón de kilos, su total ausencia de control financiero, ganaba y pulía millones de dólares en tiempo récord, unido a otros miles de anécdotas que nos cuentan en su biografía, reflejo de una vida furiosamente frenética que desemboca en su final declive físico, hacen de su historia algo digno de conocer e intentar comprender. Se llamaba a sí mismo el rey del mundo y por momentos no hay duda que pudiera serlo o al menos pensarlo con ciertos argumentos.

Quizá por eso me haya gustado tanto esta lectura, por la sorpresa. Os recomiendo echarle unas horas, merece la pena. Y más ahora, en estos tiempos de corrección política extrema, de cultura de la cancelación y querer juzgar todo lo que pasó ayer con los raseros de hoy.

Nacho Tomás
HISTORIAS DE UN PUBLICISTA
Twitter: @nachotomas
La Verdad de Murcia
Marzo 2023