Los retos de la comunicación empresarial para 2023

Un año más, y este 2023 que comienza no será diferente, el marketing, la comunicación y la publicidad continúan experimentando un cambio radical debido, entre otros factores, a la evolución de las tecnologías y a la forma en que los consumidores interactúan con las marcas y las empresas. En este contexto de altísima competencia, resulta clave la adaptación rápida y eficiente a las nuevas tendencias para no quedarse atrás. Entre ellas destacan el uso de datos y la inteligencia artificial, el contenido generado por el usuario y las redes sociales, la publicidad programática y la importancia de la personalización y la autenticidad en las estrategias de marketing.

La recolección y el análisis de datos sobre los consumidores permiten a las empresas conocer mejor a su público objetivo y, por lo tanto, ofrecerles productos y servicios más personalizados y relevantes. La inteligencia artificial, por otra parte, nos permite automatizar tareas y mejorar la eficacia de las campañas publicitarias. Además, y esto es clave en mi sector, el contenido generado por el usuario y las redes sociales son cada vez más importantes en la comunicación de las marcas, ya que permiten llegar a los clientes de manera auténtica y crear relaciones duraderas con ellos. La publicidad programática es otra tendencia que está ganando fuerza, ya que permite a las empresas llegar a su público objetivo de manera más precisa y eficiente.

La personalización y la autenticidad son dos valores clave en esta nueva era de marketing, comunicación y publicidad. Las marcas deben mostrar su humanidad y conectar con sus clientes de manera auténtica. Esto se logra mediante el uso de contenido relevante y personalizado, el diálogo con el público y la transparencia en las operaciones, gestión y trabajo diario.

Además de estas tendencias, el branding, la comunicación corporativa, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) e imagen de marca son fundamentales para el éxito de una empresa en la actualidad. El branding (proceso de creación y gestión de una marca), es esencial para diferenciarse de la competencia y conectar con los clientes. Una buena estrategia en este ámbito permite a las empresas crear una imagen positiva y memorable en la mente de los consumidores. La comunicación corporativa permite a las empresas comunicar sus valores, su misión y su visión de manera clara y consistente, tanto interna como externamente. Esto nos ayudará a crear una cultura sólida en la empresa y a generar confianza en los clientes. La RSC es una tendencia cada vez más importante en el mundo empresarial, ya que las empresas deben asumir su responsabilidad en el impacto social y ambiental de sus operaciones y trabajar para mejorarlo. Finalmente, la imagen de marca es clave para generar confianza y lealtad entre los clientes y diferenciarse de la competencia.

Parece complicado, parece complejo, pero no hace falta ser muy listo para entender que estos desafíos son una oportunidad para mejorar y crecer, y las empresas que sepan aprovecharlos se mantendrán competitivas en el mercado. Es fundamental estar preparado para enfrentar estos retos y tener una estrategia sólida de comunicación y marketing que permita a las marcas mantenerse competitivas y relevantes en un mundo cambiante.

Y ahí cobra especial importancia hacer las cosas con conocimiento, dirá un profesional.

Y con cariño, añado yo.

Nacho Tomás
HISTORIAS DE UN PUBLICISTA
Twitter: @nachotomas
La Verdad de Murcia
Enero 2023

Google, 23 años haciéndonos la vida más fácil

Poca gente a finales de los noventa podría pensar que una idea, quizá algo loca en aquel momento, revolucionaría trascendentalmente la vida de tantas personas sólo unos años después. Larry Page y Sergey Brin tenían en la cabeza inicialmente solucionar uno de los problemas que comenzaba a revolotear las cabezas de los, por aquel entonces, todavía novatos internautas: organizar de alguna forma el absoluto maremágnum de información a nuestra disposición en la red.

Se dice que cada dos o tres años de la actualidad se crea más contenido nuevo que en toda la historia de la humanidad precedente y, en estos días, el 99% de este nuevo contenido está directamente volcado a internet. Queda claro entonces que necesitamos una herramienta para localizar lo que queramos buscar, y es en ese momento cuando Google encuentra un nicho de mercado, si no del todo vírgen, sí desde luego con amplias mejoras a implementar.

Ya en 1993 surgió el primer buscador de contenido, llamado Wandex, que pretendía también saber cómo de grande era la red. Más tarde una horda de proyectos catalizaron la idea con mayor o menor éxito, entre ellos cabe destacar (y posiblemente recordados por algún lector de mi quinta) Lycos, Altavista, Yahoo, Ask o Bing, todos prácticamente en desuso hoy, al menos en España con una cuota de mercado de más del 95% (88% en el resto del mundo). Y entonces siguió creciendo, en gran parte por su excelente trabajo, y pudiendo ampliar a otros campos en los que, con el paso de los años, iniciar su conquista mundial, porque claro, si Google (ahora Alphabet) nos ha cambiado la vida no es sólo por ser un excelente buscador, sino por tener actualmente un casi infinito catálogo de servicios que usamos cada minuto: Android, Adwords, Maps, Photos, Shopping, Trends, Drive… Y cada vez que usamos alguno de ellos, hacemos más grande y más eficaz la maquinaria que despliega este gigante, que conoce tus gustos personales quizá mejor que tu mismo, con unos algoritmos casi infalibles que le hacen mostrarte como usuario justo lo que quieres y ayudarte como anunciante a encontrar a tu más concreto target. Redondo, ¿no?

En el horizonte y a modo de nubarrones, las acusaciones de monopolio por un posible mal uso de su posición privilegiada en tantos lugares y de, cito textualmente, “haberse convertido ilegalmente en el “guardián” de internet. De hecho ya ha tenido que asumir algunas multas no precisamente pequeñas.

Por mi parte, lo tengo claro, si usas sus servicios gratuitos no hay que ser muy listo para saber que te estará cobrando por otro lado y hoy lo más valorado son tus datos, todos ellos muy probablemente en su poder porque así lo has querido. Y es bueno que así sea, al final la publicidad mueve esta parte del mundo y si de esta forma recibes anuncios personalizados sobre productos interesantes, bienvenido sea.

Si no te gusta o estás en contra, la cosa es sencilla, tira el smartphone por la ventana y asume las consecuencias. O usa otros servicios pagándolos y sin la seguridad de que tus datos no se revendan al mejor postor o un hacker se los meriende y te complique la existencia.

Aquí un fan de Google, creo que ha quedado claro.

El negocio del deporte.

Es de sobra conocido que las grandes empresas mundiales marcan el camino en cuanto al marketing se refiere. En cada momento de nuestra historia reciente han sido ellas las que han seguido, o a veces incluso generado, las modas de turno. Algunas pasajeras, otras para quedarse. Algunas interesantes, otra mejor olvidarlas.

Personalmente me parece muy interesante analizar cómo varía el denominador común con el paso del tiempo, sólo tienes que echar un vistazo a YouTube cada cierto tiempo o tirar de recuerdos mentales para hacerte una imagen concreta de la evolución mencionada.

Una de las modas actuales, bendita sea, es el deporte. Y todas las marcas con un mínimo de empatía social, ganas de hacerlo bien y con los ojos abiertos al mercado están metidas en el ajo. Tienen claro que el deporte mueve dinero. Mucho dinero. Y no me refiero a las superestrellas de fútbol, baloncesto o tenis; las carreras populares se han disparado y con ello la pasta que generan y reparten. Cualquier competición local tiene muchos más participantes ahora que hace sólo unos años y las empresas de cada ciudad también quieren sacar su lógica tajada. Las hay coherentes con su estrategia de marketing y también las hay que hacen el más espantoso ridículo.

A nivel personal he vivido en carnes propias el tema del que hablo. Hace ya casi tres años coordiné a un grupo de tuiteros corredores que se unieron para cruzar la meta del Maratón de Nueva York, un proyecto ilusionante para los más de 50 participantes y atrayente para empresas patrocinadoras, que también fueron muchas. Conseguimos un retorno inimaginable para aquellas que apostaron por echar una mano al viaje apoyando aquella locura. Acabaron tan satisfechas con la repercusión conseguida (incluso reseñas a nivel nacional en el Marca y Antena3, a lo que sumamos un alcance desorbitado en Twitter, donde superamos 1 millón de impactos y 615.000 usuarios únicos la semana de la competición) que al año siguiente repetimos con el Maratón de Berlín. Momento auto bombo: desde mi agencia (N7) gestionamos la comunicación y los patrocinios.

Lástima que luego me rompí el menisco y tuvimos que parar el proyecto de las maratones temporalmente, mi cuerpo no está para largas tiradas corriendo, pero no quedó parado el tema, puesto que como directivo entiendo imprescindible seguir apostando, si no puede ser como receptor será como “entregador”, involucrando a mi empresa en aquellos proyectos deportivos que merecen la pena patrocinar.

Y cómo no, la mayoría de ellos están relacionados con el triatlón, deporte en el que además estoy federado junto a cerca de otras 30.000 personas en España, número que se ha duplicado en los últimos 8 años, según datos del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Un negocio que funciona de modo circular entre empresas, marcas y deportistas, sin dejar de lado a federaciones, clubes e incluso ayuntamientos. La retroalimentación entre todos está dirigiendo el sector hacia un éxito rotundo: genera trabajo, genera dinero, genera diversión y genera salud. ¿Hay algo más redondo? Quizá sí, un balón de fútbol, pero en esa industria va a ser difícil que metas la cabeza si eres una empresa, una marca o un deportista.

 

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
www.nachotomas.com
Artículo publicado en La Verdad de Murcia el 9 de Agosto de 2017

Dirección Comercial y Marketing Online: Sinergias.

Son muchas y diversas las tareas que debe realizar a diario el Director Comercial de cualquier empresa. Desde la formación y motivación de los equipos comerciales hasta la gestión directa de cuentas de clientes, pasando por la estrategia de ventas, el trazado consensuado y lógico de la estrategia encaminada a la consecución de objetivos, así como el control y medición posterior de las acciones realizadas.

Director Comercial Superman

Analizando los puestos y las personas, y dependiendo del tamaño de la empresa, nos encontraremos diferentes escenarios. En las grandes compañías casi todo está segmentado, siendo frecuente encontrar antiguas estructuras (muchas veces familiares) anquilosadas y estancas, con absoluta impermeabilidad entre despachos/secciones.

Otras grandes empresas están dando el paso o incluso son referencia en el cambio, afrontando y encarando con rapidez lo que sucede a su alrededor. En (con) estas últimas da gusto trabajar. Han entendido que las responsabilidades y tareas no siempre pueden personalizarse y los títulos que acompañan al nombre de sus cargos en las tarjetas cada vez son más cortos, y al mismo tiempo más globales.

Si la empresa es una PYME, el panorama es otro. Completamente distinto aunque igual de divertido. O más. Es habitual encontrarnos al hombre orquesta que hace de todo. Y en algunas ocasiones lo hace todo muy bien. Aquí es más complicado hablar de lo que viene a continuacion de un modo general, pero sí podemos sacar pinceladas y aplicar lo necesario.

Volviendo al tema de este post, siempre me ha gustado incluir en la figura del Director Comercial otras tareas que no están directamente relacionadas con la venta, matices que pueden ser añadidos al puesto siempre que la persona encargada las asuma y realice de manera efectiva. Creo que se trata, por pura lógica, de más patas para el mismo banco, al final todo es vender, está claro, pero asuntos como la Comunicación, las Relaciones Públicas, o las acciones de portavocía e imagen, aportan tanto que no pueden ser olvidadas ni tratadas de forma diferente.

Del mismo modo, el Director Comercial es posiblemente la persona de la empresa que más y mejor conoce la calle y lo que en ella se cuece, por qué no aprovecharlo para transferir el conocimiento de la misma, a través de sus reuniones con clientes y competencia, al resto de departamentos. Especialmente al de Marketing y la Gerencia.

Pues bien, para apoyar y mejorar las tareas asignadas a la Dirección Comercial tenemos un gran aliado en el Marketing Online:

  • Nos ayudará para estar al día de todo lo que nos rodea analizando tendencias con  Google Trends.
  • Podremos saber y por extensión dar al mercado lo que pide con, por ejemplo, campañas de SEM en Adwords (Google, Facebook o Twitter).
  • Nos mostrará las necesidades de nuestros clientes actuales y futuros mediante la monitorización en Redes Sociales.
  • Permitirá comunicarnos con el exterior e interior de nuestra empresa gracias a la página web y el blog corporativo.
  • Mantener las relaciones con nuestros clientes más allá del momento de la venta o prestación del servicio a través del envío y gestión de Newsletters/Mailings.

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo el Marketing Online se ha convertido en uno de los mayores aliados para la Dirección Comercial de las empresas.

Bueno, y para cualquier departamento.

 

 

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Lo que ayuda sentirse ayudador.

Recuerdo perfectamente la primera vez que impartí una ponencia. Estaba nervioso y se notaba a la legua, tanto en mi cuerpo como en mi voz.

Cuatro años después sigo con ese gusanillo, el miedo escénico que producen las tarimas. Pero ahora es diferente. Ahora no me preocupo tanto de los gestos, el tono de voz y la comunicación no verbal en general, imagino que será gracias a la experiencia adquirida que ha interiorizado esta parte. Ahora lo importante es únicamente el contenido y las necesidades de los asistentes.

Formación Nacho Tomás

Intento mejorar en cada nueva parada de este trayecto en la formación en el que me he embarcado. Dar una charla, seminario, taller o clase de máster es, en el fondo, como tocar en un concierto, como competir en una carrera.

Analizo las caras, los gestos, las preguntas. Y siguiendo el guión de las diapositivas, improviso si es necesario.

Termino.

Y últimamente más que nunca, me felicitan, aplauden, se quedan hablando conmigo un buen rato, me cuentan sus proyectos y me piden consejo.

Luego voy a Twitter y me sonrojo leyendo tuits como estos del taller en el Centro de Emprendedores de Alicante:

Y me enorgullezco de haber servido para algo.

Es paradójico lo que ayuda sentirse ayudador.

 

 

 

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7 consejos para conectar redes sociales y páginas web.

El otro día recibí un mail de una amiga que decía así:

Oye Nacho, tengo una duda, a ver qué opinas: ¿tú crees que en una web es interesante verter las últimas actualizaciones de las redes sociales, Twitter y Facebook? ¿O puede resultar contraproducente? ¿Qué harías tú? Supongo que depende, claro. Haz una entrada de eso en tu blog!!

Pues venga, vamos a ponernos manos a la obra e intentar responder a esta muy compleja pregunta con, cómo no, 7 consejos:

Redes sociales y páginas web

1) Lo primero que debemos preguntarnos es qué buscamos tanto con nuestra presencia en redes sociales como con nuestra página web. De ello dependerá finalmente el uso que demos a dichos “canales” de comunicación. Decidir si publicas tus actualizaciones en redes sociales directamente a tu web dependerá del tipo de publicaciones, del momento, del horario, de la frecuencia… De mil factores.

2) No soy de verdades supremas ni afirmaciones universales, así que, como decía Jarabe de Palo, todo depende. En N7 tenemos clientes en los que sí aparecen sus “feeds” de redes sociales en la portada de la web y en otros que únicamente hay enlaces a los perfiles, o widgets para hacerse fan/follower directamente sin tener que salir de la página. Esto último es lo mínimo necesario siempre.

3) Tener una buena sección de enlaces de interés en la web, mejor todavía si están actualizados a través de RSS, es algo que aporta valor y puede sustituir/mejorar tu propia presencia social, al menos en las primeras fases.

4) Insertar publiciaciones puntuales de especial relevancia, en lugar de todo el feed, es una buena alternativa a los clásicos widgets de los que hablaba antes. Para ello las redes sociales nos proporcionan un código HTML5 o IFRAME compatible con cualquier web o blog.

5) El blog es otra incógnita de esta ecuación, su correcta actualización es bueno motivo para no incluir las actualizaciones directamente en la web, eso sí, que el blog esté incluído en la web como una sección más, nada de tenerlo colgado de otra URL, o perderás visitas de la web al blog y viceversa. Aprovecho para recordar que un tener blog corporativo con la extensión “worpdress.com” o “blogger.com” es, para mí, tan atractivo como un mail “oficial” de @hotmail.com o @yahoo.es

6) Plantea una estrategia (a largo plazo) de publicaciones en función de los objetivos deseados, intercalando las publicaciones tácticas (a corto plazo).

7) Termino haciendo hincapié en la importancia de gestionar correctamente las redes sociales corporativas, más vale no tener presencia que hacerlo mal. Por favor, no enlaces redes entre ellas, dedica 30 segundos a hacerlo independientemente en cada una. Hay pocas cosas que molesten más en Twitter que una actualización que “viene” de Facebook cortada por la diferente extensión. O un tweet que aparece en Facebook con las “@” de las menciones, sin aportar más que confusión.

 

Nota: Foto de Pixabay

 

 

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