Por primera vez en la historia este año comprime dos de los más importantes días internaciones en una semana. Si el pasado lunes 3 de junio fue el Día Mundial de la Bicicleta, hoy 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente. Dos jornadas interconectadas y en mi opinión, claves de cara al reto que las ciudades en las que vivimos se enfrentan en el futuro próximo: contaminación atmosférica y acústica, sedentarismo, desconexión física entre personas, desaprovechamiento del cada vez más escaso espacio público o atascos monumentales con todo lo que conllevan en términos psicológicos y de productividad.
La bicicleta, qué iba yo a decir, es posiblemente la herramienta más útil y sencilla que tengamos a mano para a atajar de un plumazo casi todos los males del párrafo anterior. Y de la mano de los pedales, la mejora de un medio ambiente urbano que va cuesta abajo y sin frenos. Una contaminación urbana que es responsable de siete millones de muertes prematuras al año en todo el mundo, nada menos. Y esto no lo digo yo, lo dice Nathalie Roebbel, coordinadora de Contaminación Atmosférica y Salud Urbana de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y esto tampoco lo digo yo, lo dice María José Peñalver, Decana del Colegio de Arquitectos de Murcia: “Las ciudades se crearon para las personas, no para el tránsito de vehículos.”
Cuesta creer que haya gente que critique sistemáticamente la apuesta valiente de ayuntamientos (de todo signo político, no lo olvidemos) para mejor la vida de sus habitantes, orientados a unas ciudades más sanas, limpias, accesibles, favorables para nuestros hijos y mayores. La afrenta que muchos sienten por ponerle trabas a su coche sorprende a la vez que retrata la sociedad en que vivimos, donde el bienestar personal es lo más importante, caiga quien caiga… ¡No me toques el coche!
Por ello pienso continuar defendiendo este medio de transporte urbano de la mano de la Red de Ciudades por la Bicicleta, con la que acudiré este mes de junio a dos de las más importantes citas mundiales de la movilidad: El Foro de las Ciudades de IFEMA que se traslada temporalmente a Medellín y el Congreso Velo-City que este año se celebra en Dublín, donde expondré, respectivamente, cómo se gestiona la movilidad sostenible como elemento de equilibrio urbano a través del compromiso de las ciudades españolas con la bicicleta y, ojo que toca vértigo, con una ponencia en inglés que llevo meses preparando titulada: “Spanish Strategic Bicycle Plan, a long distance journey”
Espero estar a la altura de los numerosos auditorios que me toca tener delante en este mes de infarto.
See you after summer, dear readers!
UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
5 de junio de 2019