A menos de dos horas de Murcia y más o menos lo mismo desde Valencia, Alicante o Madrid tenemos la suerte de encontrar la Sierra del Segura (Sierra de Albacete), un enclave rural que por momentos te traslada a lugares tan distintos como el Atlas marroquí, la Sierra de Gredos o la Selva Negra.
He recorrido casi todos los municipios que conforman esta zona, en la que cuando te pierdes haciendo deporte te transportas a otro mundo, desconexión real, total, necesaria. No soy un experto en fauna y flora, aunque he visto plantas y animales únicos aquí.
En verano tienes ríos, en invierno tienes nieve, en otoño chimenea y en primavera los valles. Para disfrutar todo el año. Tienes de todo, te guste lo que te guste: deporte, micología, arte rupestre, cultura popular, senderismo, alfarería, gastronomía, vistas que quitan el hipo, encierros, cine…
Vamos a dar un repaso a algunos pueblos, te invito a acompañarme:
Elche de la Sierra: Alfombras de Serrín, o cómo una improvisada travesura de niños se ha convertido en tradición.
Yeste: La Feria de Tradiciones, no puedo ocultar que por razones familiares, es una de mis preferidas. Mezcla perfecta de comida, oficios, animales y amigos.
Socovos: Los aficionados a la arqueología tienen su espacio en la Sierra del Segura. Visita obligada al “Museo de los Fósiles”, que realmente es la casa de un vecino, José Antonio Martínez, donde podrás contemplar 10.000 fósiles de diversos invertebrados de hace miles de años.
Nerpio: Arte rupestre en estado puro, un viaje en el tiempo cuando tus ojos s cruzan con las manos de un cavernícola. Piénsalo, es maravilloso.
Riópar: Qué puedo contar de un pueblo que tiene de uno de los sitios más bonitos del mundo: Riópar Viejo. Las mejores vistas de madrugada que puedas imaginarte.
Liétor: Cuando pienso en Liétor pienso en encierros, correrlos es una maravilla, mientras disfrutas de sus calles y sus gentes.
Letur: Quizá uno de los pueblos más bonitos que he visto nunca, perdido entre la nada, con mil esquinas que recorrer y un charco en el que darte un chapuzón si llegas con calor.
Molinicos: Si te gusta comer setas (micología) has llegado a tu destino, con La Casa del Nízcalo como referencia. Cuidado con ellas, ¡son peligrosas!
Bogarra: La ruta de las esculturas es obligatoria, mezclando los diseños del hombre y de la naturaleza.
Ayna: ¿Quién no recuerda a los míticos Saza y Resines en “Amanece que no es poco”? También llamada la Suiza Manchega.
Paterna del Madera: Los senderistas encontrarán aquí una joya, con las rutas “VerdeNace”.
Más información en los siguientes enlaces:
Y si esta visita virtual no te ha dado ganas de visitar la Sierra del Segura, echa un ojo a www.sierradelsegura.com donde acabarán de convencerte.
Que buenos recuerdos de la zona, tanto en bici como con la familia, pero sorprendentemente una de las que primero acuden a mi mente de esa zona; son las crestas de gallo. Excelentes tapas en Elche. O la confortable fonda junto a la fuente de Letur. Este año aún no he ida al Nerpio para mi provisión anual de nueces. Magnifico enlace Nacho.
Gracias Mariano, esta Navidad nos vemos por la zona!
Gracias Nacho por refrescarme la memoria de tantos destinos merecedores de “piropos”. Has despertado en mi una ganas espontáneas de planificar los próximos fines de semana.
Un abrazo.
Gracias Manu, ya me contarás! 😉